lunes, 4 de abril de 2022

El gusto y el cerebro




La sensación gustativa se produce por el estímulo de receptores específicos que están distribuidos por la cavidad oral. Para que se produzca dicho estimulo es preciso que las sustancias químicas entren en contacto físico con el receptor. 

En el humano existen dos sentidos químicos, el gusto y el olfato, íntimamente relacionados. 

 El gusto de los alimentos y la interpretación de los distintos matices de los sabores se ven influenciados de manera directa por la percepción olfativa; los movimientos del bolo alimenticio en la boca hacen que se estimulen receptores de distintas regiones de la lengua y junto con los movimientos deglutorios se genera un flujo aéreo retronasal que aporta información olfativa complementaria. 

También existen receptores específicos que aportan sensibilidad somatoestésica (térmica, táctil, cinestésica, propioceptiva así como sensibilidad trigeminal química) que contribuyen en la sensibilidad gustativa. 

Por lo tanto podría hablarse de un sistema plurisensorial en el que se integran las sensaciones gustativas, olfativas y somatoestésicas. Todas estas informaciones se interpretan de manera inconsciente como una sola imagen sensorial debido a su presencia simultánea cuando el alimento se encuentra en la boca. 

La importancia del gusto radica en el hecho de que permita al individuo seleccionar el alimento según sus deseos y a menudo según las necesidades metabólicas de los tejidos en cuanto a determinadas sustancias nutritivas

Tomado de: Fisiologia gusto maquetado.doc (seorl.net)

En este link os dejamos un artículo publicado en El País sobre esta interesante unión entre el gusto y el cerebro explicado mediante la gastronomía.

¡Que aproveche!

https://elpais.com/ciencia/materia-gris/2021-12-14/el-sabor-rey-de-los-sentidos.html

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